Nación autoriza el ingreso de carne con hueso a la Patagonia y productores rechazan la medida

Productores fueguinos rechazan que Nación habilite carne con hueso a la Patagonia. Advierten riesgos sanitarios y económicos graves.

Tras más de dos décadas de prohibición, el SENASA habilitó el ingreso de carne con hueso plano a la Patagonia. Ganaderos de Tierra del Fuego advierten que la resolución pone en riesgo la salud animal, la economía regional y mercados internacionales clave. Una decisión que puede abaratar el precio de la carne en Tierra del Fuego genera un fuerte rechazo de los productores de la región.

Después de 22 años, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) publicó la Resolución 460/2025, que autoriza el ingreso de carne con hueso plano —como asado y costillar— desde zonas de Argentina donde la fiebre aftosa está controlada mediante vacunación. La medida, justificada en cambios del Código Sanitario de la OMSA, comenzó a regir este viernes y afecta a todo el territorio patagónico, incluyendo Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

La normativa, firmada por el presidente de SENASA, Pablo Cortese, establece estrictas condiciones sanitarias de origen, transporte y empaque. El objetivo oficial es actualizar protocolos y, en el mediano plazo, lograr una baja en los costos de la carne para consumo interno. Sin embargo, el impacto podría ser negativo para los productores regionales.

Lucila Apolinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, cuestionó la decisión con dureza. “La Patagonia es zona libre de fiebre aftosa sin vacunación desde 2002. Esta medida perfora la barrera sanitaria y es un retroceso de 30 años”, alertó en declaraciones radiales. Para la dirigente, el riesgo de contagio no es menor, ya que “si no existiera riesgo, no se vacunaría al norte del río Colorado”.

Entre las principales preocupaciones, productores destacan:

• La posibilidad de que un brote obligue a cerrar fronteras internacionales a las exportaciones.
• La pérdida del estatus sanitario diferenciado, que costó décadas sostener.
• Un impacto económico que podría comprometer a toda la cadena productiva.

Apolinaire recordó que países como Alemania y Hungría sufrieron rebrotes recientes y que “si les pasó a ellos, ¿cómo podemos asegurar que en Argentina no ocurrirá?”, sobre todo con un SENASA “desfinanciado y con escaso personal”.

Respecto a la promesa de reducción de precios, la presidenta de la Asociación Rural fue clara: “Es una carne premium, con doble embalaje, pH controlado y etiquetado especial. No va a ser accesible para el consumidor promedio”. La normativa también habilita carnes con hueso de otras especies, como chivos, cerdos y búfalos, aumentando la preocupación.

Productores y autoridades provinciales de la Patagonia ya trabajan en estrategias conjuntas para frenar o al menos limitar el alcance de la resolución. “No vamos a aceptar esto sin más”, concluyó Apolinaire.

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