Balance cultural 2024: entre la propaganda oficial y los reclamos de los artistas - Capitulo 4

Belén Molina: Cultura ushuaiense, un relato oficial que contradice la realidad de la ciudad.

La secretaria de Cultura y Educación de Ushuaia, Belén Molina, presentó un balance anual en el que destacó los supuestos logros de su gestión. Sin embargo, su discurso se suma al de otros funcionarios municipales que insisten en hacer creer a los ciudadanos que 2024 fue un año positivo, en contraste con una realidad que evidencia problemas de gestión, improvisación y falta de respuestas a los reclamos.

La Noche Más Larga: improvisación y exclusión

Uno de los eventos más emblemáticos del año, la Fiesta Nacional de la Noche Más Larga, estuvo marcado por la improvisación y la falta de inclusión. Una vez más, Belén Molina, pareja del concejal Nicolas Pelloli –quien llegó al Concejo Deliberante con denuncia de por medio tras la revision de votos–, estuvo al frente de la organización del tradicional festejo, que dejó mucho que desear.

El cronograma de la fiesta se anunció a último momento, sin la habitual convocatoria abierta para que los artistas fueguinos pudieran participar. En lugar de priorizar el talento local, los números artísticos fueron seleccionados a dedo en reuniones cerradas, dejando fuera a cientos de artistas que esperaban presentarse en el escenario mayor del Cochocho Vargas.

La falta de ideas llevó a que, a último momento, intervinieran funcionarios de otras secretarías para sumar actividades al cronograma original. Esto evidenció la desorganización interna y la ausencia de planificación, generando un evento que muchos vecinos calificaron como mediocre y carente de la calidad que debería caracterizar a una celebración de carácter nacional.

Además, los artistas nacionales brillaron por su ausencia, y los vecinos de Ushuaia se vieron obligados a conformarse con un festejo que reflejó más las limitaciones de los funcionarios al frente de Cultura que el verdadero espíritu de la ciudad.

Reclamos por pagos atrasados

A este panorama se suma la polémica por el retraso en el pago a los artistas que participaron en la edición 2024 de la Noche Más Larga. Algunos tuvieron que esperar casi tres meses para cobrar sus honorarios, una situación que incluso requirió la intervención de la Sociedad Argentina de Músicos (SADEM). Este hecho puso en evidencia la falta de compromiso del municipio con quienes hacen posible el desarrollo cultural en la ciudad.

El discurso oficial vs la realidad

Mientras Belén Molina se esforzaba en destacar el “potencial cultural” de Ushuaia, la gestión cultural local sigue mostrando serias deficiencias. La improvisación, la exclusión de artistas locales y el descontento generalizado entre vecinos y artistas contrastan con las palabras de la funcionaria, quien aseguró que la cultura y la educación son “ejes fundamentales” de las políticas públicas municipales. Más que decirlo, es importante demostrarlo.

Molina también responsabilizó al gobierno nacional, como ya lo había declarado Sebastian Iriarte, Nicolas Pelloli y como seguramente lo seguirá haciendo los funcionarios que avalan este tipo gestión, en donde culpan los recortes de fondos nacionales, aunque omiten mencionar cómo estos recursos se gestionan a nivel local. Mientras tanto, los vecinos y artistas de Ushuaia esperan soluciones reales a problemas que, lejos de ser nuevos, se han profundizado en los últimos años y que con estos discursos, más que avanzar, se atrasa. Un clásico de la gestión Walter Vuoto, culpar a otro de sus deficiente gestión.

¿Un año positivo para quién?

Más allá de las declaraciones oficiales, la realidad demuestra que la cultura en Ushuaia enfrenta desafíos significativos. Desde artistas que no son convocados ni pagos a tiempo, hasta vecinos que sienten que las políticas culturales están diseñadas más para propaganda que para promover el talento local.

La Fiesta Nacional de la Noche Más Larga 2024 quedará en la memoria de los fueguinos no por su grandeza, sino por la improvisación y la falta de representación de quienes verdaderamente hacen a la cultura de Ushuaia.

¿Cultura como derecho o como propaganda?

Aunque el discurso oficial subraya la cultura como un derecho fundamental, las acciones de la gestión parecen contradecirlo. La falta de cumplimiento con los compromisos asumidos, los reclamos sin respuesta y la carencia de un verdadero apoyo a los artistas locales evidencian una desconexión entre las promesas y la realidad.

Lejos de ser un año positivo, 2024 expuso las debilidades de una gestión que parece más interesada en vender un relato de éxito que en enfrentar y resolver los problemas reales de los vecinos y artistas de Ushuaia. Si la cultura es trabajo, como asegura Molina, es hora de que el municipio empiece a tomárselo en serio.