Historia con final feliz despues de 16 años

Una mujer fueguina encontró a su hijo después de 16 años de busqueda, luego que en  1994 su ex marido se llevó a su hijo David, de 4 años, d...

Una mujer fueguina encontró a su hijo después de 16 años de busqueda, luego que en  1994 su ex marido se llevó a su hijo David, de 4 años, de vacaciones a Punta Arenas. Nunca más los vio. Después de un periplo de más de una década y media que incluyó a la justicia, la policía, embajadas y hasta detectives privados, lo encontró este año en Paraguay. El joven que ahora tiene 20 años estuvo hace poco de regreso en Ushuaia. Justo en la semana del Día de la madre, esta mujer fueguina reveló que encontró a su hijo después de buscarlo intensamente. Mabel Acosta halló a su hijo David en Paraguay, luego de un periplo que incluyó hasta detectives privados y seguimientos propios de una película de Hollywood para dar con su hijo. Según el relato cuando tenía apenas cuatro de edad, el pequeño había sido llevado por su padre a un supuesto viaje de vacaciones. Pero desde entonces nadie había podido hallar ni al progenitor ni a su hijo.

La madre fueguina lo consiguió después de deambular por pasillos y oficinas públicas de todo calibre y tenor, y se reencontró con el chico que ahora tiene veinte años, cree que su progenitora lo abandonó, y está tratándose de acomodar a su nueva historia de vida.

Según contó Mabel, en junio de 1994 ella se había separado de su ex pareja, quien le solicitó autorización para veranear a solas con el hijo de ambos, diez días en la ciudad de Punta Arenas, Chile.

El ex marido le dijo que viajarían a través de la empresa Los Carlos, ya desaparecida en la actualidad, y que retornarían por el mismo transporte.

Firmaron los papeles ante la policía, autorizando al padre a viajar, y esa fue la última vez que los vio durante dieciséis años. David asistía por entonces al Jardín de Infantes del barrio Monte Gallinero, aunque nunca pudo cursar el preescolar en esa institución.

Cuando pasaron los diez días y no tenía noticias ni de su hijo ni de ex pareja, Mabel fue a averiguar a Los Carlos, temiendo la posibilidad de un accidente. Allí le informaron que, en realidad, las personas que ella mencionaba no habían salido nunca hacia Punta Arenas.

Desesperada acudió a la fábrica Nóblex, donde trabajaba su ex, y entonces comprendió lo que estaba pasando. En la empresa la pusieron al tanto de que el hombre había renunciado unos días antes y acordado el pago de una indemnización. Cuando descubrió también que padre e hijo habían tomado un avión de Aerolíneas Argentinas con destino a Buenos Aires, ya era tarde para seguirles el rastro. Se podrían haber ido a cualquier lado.

“Ahora lo encontré”

“Después empezó un verdadero vía crucis. Radiqué una denuncia ante el entonces Juzgado Nacional Ordinario, a cargo del entonces juez Boano, por sustracción de menor. Viajé a Villa Gessel, provincia de Buenos Aires, donde residían los padres de mi ex y abuelos del nene. Pero ellos no me proporcionaron ningún dato, y me dijeron que no tenían contacto con él”, siguió contando Mabel Acosta, al tiempo que observó que muchos en Ushuaia, llegaron a descreer de su versión de los hechos.

Pese a recorrer “casi toda la Argentina”, seguir de cerca la causa judicial que luego pasó a la Justicia provincial y contactarse con abogados de Buenos Aires, la mujer no obtuvo por años ningún resultado concreto.

Hasta que mediante un contacto con una Universidad de Paraguay, durante un encuentro de letrados, logró acceder a una base de datos con el padrón electoral de ese país, en el año 2001. Esa fue la primera pista concreta de que el padre y su hijo podían estar residiendo allí.

“A través de exhortos le pedimos a un juez de Paraguay que investigara el paradero de mi hijo, y hasta contratamos a un detective privado para que diera con el domicilio en el que se encontraban. Y finalmente lo hallamos este año. Mi ex se sorprendió de verme. No podía creer que después de tantos años lo siguiera buscando”, relató Mabel, y calificó la última parte de aquel operativo como “una película, pero de terror”.

La mujer explicó que su hijo David aún cree la versión que le contó su padre durante todos estos años, pero que hace unos días accedió a pasar una semana con ella en Ushuaia.

“Todavía no tenemos un vínculo, y es lógico. El está preocupado porque yo quiero seguir con la causa de sustracción de menores contra su padre hasta las últimas consecuencias, pese a que está latente la posibilidad de una prescripción. Lo importante es que ahora sé donde vive, cómo está y que él me conoce y conoce mi versión de lo ocurrido”, se entusiasmó.

La mujer que encontró a su hijo después de dieciséis años asegura que pasó el domingo un día de la madre diferente. “No puedo decir que fue un día feliz porque él no me llamó. Pero siento un gran alivio. Alguna vez va a comprender. Peor era cuando no sabía dónde estaba. Ahora lo encontré”.