Costosos viajes internacionales de funcionarios de Melella contrastan con la crisis económica en Tierra del Fuego

Viajes internacionales de funcionarios de Melella indignan a Tierra del Fuego por la crisis sanitaria y social.

Mientras la provincia atraviesa una situación crítica en salud, educación y servicios básicos, altos funcionarios viajan al exterior con viáticos en dólares y sin rendir cuentas claras.

La provincia de Tierra del Fuego enfrenta una crisis profunda en prácticamente todas sus áreas: hospitales con faltantes de insumos esenciales, farmacias de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) casi vacías, escuelas con problemas de infraestructura y familias que no logran cubrir sus necesidades básicas.

Sin embargo, en este mismo contexto, funcionarios del gobierno de Gustavo Melella siguen realizando viajes internacionales con todos los gastos cubiertos, en una práctica que despierta indignación y repudio social.

Uno de los casos más recientes es el viaje a China de la presidente de la Agencia de Innovación Fueguina, Analía Cubino, acompañada de otros funcionarios. Estos viajes, que incluyen pasajes y viáticos en dólares solventados con fondos públicos, se desarrollan en absoluto hermetismo: no se informan los objetivos concretos, ni los beneficios comprobables que estas misiones traen para los ciudadanos fueguinos.

A este hecho se suma el viaje que el legislador de Forja, Federico Greve, realizará el 1 de julio a La Haya, Países Bajos, para participar en una supuesta “reunión de trabajo”. Según consta en el Boletín Oficial, los gastos incluyen pasajes a Ámsterdam y viáticos internacionales, nuevamente financiados por el Estado provincial.

Estos viajes de alto costo no son casos aislados: también se detectaron designaciones discrecionales, como el nombramiento del hijo de la ministra Gabriela Castillo en la Agencia de Innovación, que se publican en el Boletín Oficial tiempo después de haberse efectuado, dificultando su control ciudadano oportuno.

Mientras se multiplican estas salidas al exterior y las designaciones políticas, no hay avances visibles en ninguno de los problemas estructurales de la provincia. Al contrario, el deterioro de los servicios esenciales se profundiza, sin una política clara de priorización de recursos públicos.

La creciente indignación de la comunidad se sustenta en hechos: con un presupuesto provincial limitado, el dinero invertido en estos viajes internacionales podría destinarse a abastecer las farmacias de OSEF, mejorar la atención hospitalaria o reparar escuelas, necesidades que urgen mucho más que misiones sin resultados transparentes.

Este contraste entre la opulencia de los viáticos y la precariedad que viven miles de fueguinos deja en evidencia una falta de sensibilidad y responsabilidad política que, a cinco años de gestión, aún no encuentra justificación.