Especialista advierte sobre aumento del uso de aplicaciones de apuestas online en adolescentes y jóvenes, con preocupantes consecuencias.
El especialista en ciberdelitos Aníbal Lazzaroni advierte sobre el preocupante aumento del uso de aplicaciones de apuestas online en adolescentes, con la edad de inicio descendiendo a los 11 años y afectando tanto a jóvenes como a adultos.
El aumento del uso de aplicaciones de apuestas online entre adolescentes es motivo de preocupación para expertos en ciberdelitos. Aníbal Lazzaroni, especialista en la materia, destaca que la edad de inicio en esta actividad peligrosa ha disminuido a tan solo 11 años, afectando a un amplio rango de edades que abarca desde niños hasta adultos. Además, resalta que este proceso muchas veces comienza en el entorno familiar, lo que complica aún más la situación.
Según Lazzaroni, muchas plataformas legales ofrecen juegos con premios en monedas o accesorios, lo que incentiva a los jóvenes a participar. Este tipo de incentivos pueden desencadenar adicciones, ya que los premios virtuales pueden tener un impacto emocional significativo en los usuarios.
El especialista también señala la influencia de entidades como la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y grandes compañías de apuestas, que promocionan estas actividades a través de camisetas de deportistas, lo que aumenta la exposición de los jóvenes a este tipo de prácticas.
Un dato preocupante revelado por Lazzaroni es el aumento en el número de jóvenes que participan en estas actividades, con edades comprendidas entre los 11 y los 24 años, apostando sumas significativas de dinero mensualmente, que oscilan entre los $8.000 y $15.000.
Esta tendencia es alarmante, especialmente considerando que otras industrias, como la del cigarrillo y el alcohol, han retrocedido en términos de consumo entre los jóvenes, mientras que el uso de aplicaciones de apuestas online y otras formas de adicciones han aumentado significativamente.
La complejidad de la situación radica en la sofisticación de las estrategias utilizadas para captar a los jóvenes, lo que dificulta aún más la tarea de prevenir y abordar este problema creciente en la sociedad.
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